4mirada intermitente

Ayer descubrí estructuras delicadas y caminos sorprendentes. No imaginaba que pudiera sentir tantas cosas, deslizándome por aquel sendero de aleación entre ese otro yo y yo. Cada zancada, era una ilusión un componente que harmonizaba mi delirio. Amapolas, aquella lluvia fina que posteriormente me calaba, un prado que silenciosamente me susurraba melodías inspiradoras, ovejas desconfiadas que no osaban a seguir otros pasos, luces de una ciudad muy lejana a todo, relieves infinitos que observaba con ojos fugaces, suspiros y pulsiones que accentuaban aquella calima de mi cuerpo. Supe que lo debía expresar, aún sigo sin saber como.