valle de mi felicidad, verde frondoso valle de amalgama glauca, paraíso dónde nos sentimos más pasionales, como si se tratase de una vida al más sobrio estilo campestre. Aleación poética de naturalidad de nuestras masas en aquellos encuentros miscelános enfrente caminos no eternos y torpezas de mi tío jacques con artimañas de ambición. Buceando en nuestra calma, hurto del sueño infinito de tu alma inmortal. Infatigable invado de un mordisco en el ocaso de tus ojos y permanezco en la orilla de tu rebeldía.
Texto e Imagen Yo, yo y yo en un acto de egocentrismo
Canción Nieve de Vinodelfin